Antorchas y rastrillos. Somos los campesinos a la puerta del castillo ¿Se puede bajar a jugar

el señorito? Vamos a prender fuego al garito. Somos la secta, la ciudad es nuestra, no se dieron

cuenta; llevo captando peña desde los noven... ta. No somos la resistencia, somos el cambio, el que

resiste lucha, nosotros ganamos. Por fin ya puedo anunciarlo, tenemos miles de agentes durmientes

en todos lados, son los que saben que el sistema que había ya está agotado, como Neo o Morfeo

entramos en Matrix y os desconectamos. Nosotros damos la cara y no aceptamos que nos represente

un tipo que habla desde un plasma. El éxito de esta trama se basa en que sabemos qué pasa y nos

reconocemos con una mirada.

Venga... ¿Y dónde está mi peña?

Venga... Se acabó la espera.

Venga... Si no pueden vernos ¿Quién será el que nos detenga?

Me gusta la lucha, me gustan las causas justas, me gusta que se discutan las dudas y se repartan

las culpas. Pásate al bando que busca, pásate al bando que encuentra, planea y actúa. El plan entra

en su última etapa, era la profecía oculta en el Ataque de los que Observaban; creían que nos

conformaríamos con hacer pancartas, cuando en realidad creábamos un mundo donde no hacen

falta... je... ¿Cómo podrán controlar lo que pasa? Crecimos bajo sus narices y no vieron nada. Jamás

debieron desoír nuestras demandas y mucho menos infravalorar las consecuencias de ignorarlas.

Hoy es tiempo... de ir hasta el trastero... Coger antorchas y rastrillos por el cuello, desempolvarlos y

sacarlos a dar un paseo.

Estrillo.

Cada agente cuenta con su misión, nada de sumisión, aquí no hay jefes: participación. Alguno

sigue esperando al líder que le guíe, alguno insiste en vivir como otros deciden. Aun no hemos sido

capaces de persuadirles, la labor sigue, va bien, pero nadie puede dormirse. Cada mente libre es

una victoria, un compinche; otro paso hacia el declive de los que nos persiguen. Me corto en vez de

sangre me sale combustible, o eco-combustible, mejor no contamine. Parar el cambio invisible ya

es imposible, cuando te convertiste... el efecto ya es irreversible. Muestra el puño como seña, que

te identifiquen, que sienta tu presencia el cacique. No es necesario que explique cómo termina el

libro... ¿Último capítulo? Antorchas y rastrillos.